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Atención sanitaria a la población de origen indio y pakistaní

Comunicación y cultura: Comportamientos verbales

Tienen la sensación de que no les dejan hablar demasiado y esperan tener más tiempo para presentarse al comenzar la consulta

Cabe decir que las interacciones con estos usuarios revelan una cierta incomodidad derivada de las escasas opciones que los médicos españoles les dan para explicar sus síntomas en profundidad. En general, estos pacientes perciben las relaciones con los profesionales como frías y distantes, con poca disponibilidad de tiempo para explicar su enfermedad, al tiempo que también consideran que la información que reciben es escasa.
El diagnóstico en la medicina tradicional de India y Pakistán (arraigada esencialmente en los sistemas médicos del Ayurveda y el Unani), además de basarse en un profundo análisis físico de naturaleza holística, se fundamenta en la narración pormenorizada que los pacientes hacen acerca de su estado físico y emocional. En la medicina tradicional, ante las preguntas del médico, el paciente suele dar mucha información sobre diversos aspectos, no estrictamente médicos sino sobre su estado de ánimo, problemas familiares, etc.

Sienten que, muchas veces, los profesionales no hacen esfuerzos para entender lo que se les pregunta o la información que se está pidiendo, por la prisa

Los pacientes indios y pakistaníes están habituados a explicar y especificar el origen de su dolencia, su estado físico, cómo y qué comen, cómo trabajan, qué les preocupa, cómo duermen o incluso qué sueñan. Pueden llegar a dar informaciones muy íntimas, aunque de formas indirectas. Por ello, les sorprende la escasa información que les piden y les ofrecen los médicos españoles.
Se considera poco respetuoso darse prisa en la entrevista con el médico. Los médicos de la medicina tradicional en India y Pakistán, vaids y hakims, demuestran su pericia y competencia como sanadores proporcionándoles a los pacientes diagnósticos rápidos y muy detallados. Muchos apuntan que para ellos es muy importante el trato, que les atiendan con tranquilidad y les pregunten cómo se sienten, dejándoles hablar sin premura. En la medicina tradicional las entrevistas médico-paciente no tienen una duración determinada: cada paciente es un caso, se atiende a la persona y se emplea con ella el tiempo que haga falta, lo que choca mucho con lo que estos pacientes perciben como excesiva rapidez en las consultas occidentales. En la medicina occidental el paciente recibe preguntas directas y la duración de la entrevista médica es corta con respecto a sus expectativas.
Si bien se quejan de que el médico tiene poco tiempo, por el sistema de citas de la sanidad occidental (en ocasiones, hay que insistirles en cuanto a nuestro concepto de puntualidad en las citas), y que no les deja explayarse como están habituados a la hora de explicar cómo se sienten, también perciben que al inicio de las conversaciones no les dejan presentarse como quisieran, y que el médico va muy rápido a hacer preguntas muy directas sin interesarse por el contexto.

No suelen contradecir lo que se les dice, aunque no vayan a seguir la recomendación que se les hace

Por lo que respecta a la veracidad, los usuarios indios y pakistaníes siguen el principio de no confrontación directa con el otro, especialmente si el otro se considera jerárquicamente superior, como ocurre con los médicos. Así, cuando un médico español le dice a un paciente indio o pakistaní que, por ejemplo, debe hacerse unas determinadas pruebas, éste, aunque no tenga intención de seguir su consejo o le resulte problemático, le responderá que sí, por respeto ante alguien jerárquicamente superior; y si el médico le pregunta si ha seguido el tratamiento indicado, el paciente le responderá también en sentido afirmativo, para evitar conflictos. En general, el paciente del sur asiático percibe al personal sanitario, en especial al médico, como la autoridad, y su actitud con él va a ser de respeto, obediencia, formalidad y aceptación.
También hay que tener en cuenta que la veracidad, o sinceridad, del compromiso que pueda adquirir el paciente ante el médico puede verse neutralizada por el hecho de que en India y Pakistán la toma de decisiones importantes recae en el conjunto del grupo familiar, y muy especialmente en los varones mayores, como cabezas de familia. Puede darse el caso de que si el cabeza de familia o responsable principal no está presente, se aplace la decisión hasta que pueda ser consultada con él.

Esperan que el médico tenga respuestas y sea quien tome las decisiones

Por ello puede resultarles chocante que se les pida, por ejemplo, firmar un consentimiento informado, puesto que los profesionales de la sanidad son considerados como la autoridad y son quienes tienen el conocimiento.

Les resulta incómodo hablar directamente de temas comprometidos

El personal sanitario suele coincidir en las dificultades que presentan los usuarios indios y pakistaníes (especialmente éstos últimos, mayoritariamente de religión musulmana) para hablar de una forma clara y directa de determinados temas, como por ejemplo las relaciones sexuales. Para hablar indirectamente suelen emplear metáforas referidas a la naturaleza.
En general, los temas serios o tabú se tocan de forma indirecta, y las preguntas directas y concisas sobre temas muy íntimos se consideran demasiado bruscas.

No suelen reconocer que no entienden algo de lo que se les dice

En los contextos sanitarios de India y Pakistán los modos de expresión son muy respetuosos, tanto por parte del paciente como por parte del sanador. En relación con esto, es poco frecuente que estos pacientes le digan al médico que no han entendido algún término o expresión que éste haya dicho. En parte esto se explica porque en lugares como la India, los médicos tradicionales, los vaids, por lo general no emplean una terminología técnica específica, incomprensible para los pacientes, sino que se desarrolla una conversación con lenguaje cotidiano. En todo caso el médico emplea analogías y metáforas relacionadas con la naturaleza, aunque sí se emplean y se entienden algunos conceptos y términos actuales (p.e. análisis, tensión, radiografía, cáncer, sida, etc.). Es decir, se emplea un lenguaje fácilmente comprensible, o coloquial, o haciendo uso de términos biomédicos ya extendidos.
Pero en la comunicación con médicos de medicina biomédica sí surgen algunos problemas de comprensión (bien por idioma, bien por terminología), en cuyo caso, dada la autoridad que se le concede al médico, no se le expresará abiertamente la falta de entendimiento.

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