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Atención sanitaria a la población de origen indio y pakistaní

Cultura sanitaria: Ginecología y obstetricia. Embarazo, parto y postparto

La sangre menstrual plantea tabúes

La sangre menstrual se considera contaminante, tanto para hindúes como para pakistaníes. De hecho, cuando tiene la regla, a una mujer no se le permite entrar en la cocina, tener relaciones sexuales o participar en actos religiosos, por ejemplo. Por ello, muchas mujeres se negarán a ser reconocidas por el médico si tienen la regla.

La virginidad está muy valorada y es un tema tabú

La importancia de la virginidad ha sido y sigue siendo muy alta en India y Pakistán. Se entiende como un valor, mediante el cual las mujeres son quienes preservan el honor de una familia. Se trata de un tema tabú del que no puede hablarse de forma directa.

La infertilidad está estigmatizada y se considera problema de la mujer

La mujer estéril está estigmatizada. La maternidad en la India es una fase natural y esperable en toda mujer, y es algo más: confiere estatus, mayor si se es madre de un niño, que asegura la continuidad del linaje, el apellido, quien asume las responsabilidades y será cabeza de familia... La idea generalizada ante casos de infertilidad será pensar que el problema lo tiene la mujer, nunca el hombre.

No existe como tal un control de la natalidad y éste no está bien visto

Como métodos anticonceptivos emplean la abstinencia en ciertos periodos o la interrupción del coito. Existe la creencia popular de que las mujeres que están amamantando quedan protegidas ante eventuales embarazos. DIU, píldora, diafragmas o preservativos no son muy utilizados, aunque las campañas actuales de control de natalidad y prevención SIDA se centran en generalizar el uso del preservativo.
Métodos de tipo más irreversible, como la ligadura de trompas o la vasectomía, no se aceptan, a menos que haya motivación médica de peso para llevarlos a cabo.

No se acepta el aborto a no ser que exista riesgo para la vida de la madre

En el sur asiático el aborto no se acepta, además es ilegal (a menos que haya motivos médicos). No obstante, aunque las ecografías prenatales para saber el sexo del feto se han declarado ilegales, la práctica del aborto selectivo de los fetos femeninos está bastante extendida. Pero en principio el hinduismo considera el aborto una deshonra. Sí se acepta y es legal en caso de peligro para la vida de la madre. Igualmente sucede para pakistaníes (musulmanes) y sikhs.
Un aborto natural se considera derivado de acciones pasadas (karma) en la vida de la madre.

Las embarazadas no suelen acudir a revisiones médicas durante el embarazo

Es importante tener en cuenta que en el sur asiático no consideran el embarazo como un estado médico sino como un estado natural, saludable. En consecuencia, las mujeres no suelen acudir al médico a menos que se detecte un problema.
El control del embarazo es escaso para la inmensa mayoría de la población, que no puede permitirse pagar las pruebas médicas y en general no las considera necesarias.
Para quienes se lo pueden permitir, se realizan las pruebas habituales de medicina occidental (análisis de sangre, ecografías, amniocentesis, etc.)

Hay una alimentación específica asociada al embarazo, que seguirán aunque ello pueda implicar negarse a tomar lo que se les recomiende

La alimentación durante la gestación es importantísima. En Asia, en general, se considera que el embarazo es un estado de calor, asociado con la energía o el humor pitta (de hecho según el Ayurveda las mujeres en general tienen más pitta que los hombres). Como en China, en el sur asiático es esencial la distinción entre frío y calor. Por ello, durante el embarazo se evitan alimentos calientes como la carne, los huevos o frutos secos, en especial durante el primer trimestre. Las hindúes en este estado tradicionalmente piensan que es bueno comer alimentos fríos como yogur, leche, pasas, coco y frutas variadas.La piña no se come porque se considera abortiva, y tampoco se recomienda demasiada sal o picante.En general, durante los primeros tres meses se evitan alimentos calientes de todo tipo.Lo que más se recomienda son alimentos ácidos, como mango poco maduro o limón, porque según el Ayurveda ayudan a eliminar sustancias tóxicas y exceso de calor.

Están habituadas a un parto tradicional sin incidencia de tecnología biomédica, y pueden ser reticentes a la posición tumbada en el potro

Para entender cómo conciben y viven los partos las mujeres del sur asiático por lo general, nada mejor que describirlo: se anima a la parturienta a caminar mientras pueda durante el parto para dilatar mejor y ayudar a que el feto se encaje bien para salir. Se le dan infusiones calientes. No se suelen proporcionar medicamentos contra el dolor. La cesárea no es frecuente, pero si es necesaria se practica; en todo caso se prefiere el parto vaginal y se hace todo lo posible para que así sea.
La posición del cuerpo para el parto suele ser en cuclillas, sentada o de pie, apoyada en alguien, por lo que pueden considerar problemática o no adecuada cualquier otra postura, sobre todo la posición tumbada en el potro.
El padre no suele estar presente, sólo mujeres de la familia (juegan un papel esencial la madre de la embarazada y la suegra), aunque está cerca por si sucede cualquier emergencia.
En el caso de no haberse realizado ecografías previas, una vez ha nacido el bebé a la madre no se le comunica el sexo hasta que no ha salido la placenta. El bebé se le enseña primero a la madre, luego al padre y acto seguido al resto de familiares presentes.
Si hay problemas con el bebé se informa primero a la madre. Si es muy grave se informa al padre y la suegra.

En el postparto es importante el reposo, el cuidado de las mujeres de la familia y la alimentación especial

Sobre todo en zonas rurales del sur de la India, hay baños rituales (para la madre y el bebé) contra la polución derivada del parto, masajes y provisión de calor (para restaurar el equilibrio: se considera que el embarazo es un estado de calor pero el parto es frío).
Hay un periodo de descanso postparto (de aproximadamente 40 días) para la madre, en el que sólo se espera que alimente al bebé, pero todo lo demás lo hacen por ella otras mujeres de la familia. En caso de estar sola, sin familia, es probable que espere que lo hagan por ella las enfermeras. Durante ese periodo se celebra el nacimiento constantemente y las visitas de familiares son muy frecuentes.
En lo referente a la alimentación durante el postparto, a las hindúes es tradicional darles jengibre en polvo, semillas de apio, frutos secos y copos de semillas de loto, para limpiar su organismo y recobrar fuerzas, es decir, ante todo alimentos calientes para restaurar la energía perdida durante el parto. Se enfatiza la idea de que la madre permanezca caliente. Se les da un baño a la semana y preferiblemente de forma parcial (en las zonas íntimas).

Les puede resultar problemático que lleven al bebé al nido

Las madres estarán muy pendientes de tener a su bebé cerca de ellas, no perderlo de vista, buscando mucho contacto físico. Inmediatamente tras el parto el bebé permanece con su madre.

Son proclives a realizar prácticas rituales tras el nacimiento de un bebé, incluyendo rituales en los que se decide el nombre del recién nacido, y esto puede causar problemas ante la prisa por registrar el nombre del bebé

De hecho éste es un aspecto que destacan las inmigrantes del sur asiático en nuestro país: la dificultad de mantener prácticas rituales en torno al nacimiento. Al nacer sus hijos, algunas mujeres de Pakistán y de la India acostumbran a poner amuletos a los recién nacidos. Hay profesionales de la salud que opinan que esos elementos pueden dañar a los niños y se produce un choque intercultural.
En el colectivo indio hindú, lo antes posible tras el nacimiento, los datos de día, hora y lugar de nacimiento se mandan a un sacerdote (pandit) para que prepare el horóscopo del bebé. Con eso se decide el nombre del niño o la niña. Aunque el nombre definitivo se pone en una ceremonia llamada namakarma, que suele no ser inmediatamente tras el nacimiento, sino al cabo de unos 10 días o más, mediante la celebración de un rito.
Por ejemplo, véase una descripción detallada de este tipo de tradiciones en la novela El buen nombre, de Jhumpa Lahiri (Barcelona: Emecé, 2004; Trad: Benito Fernández).
También se realiza una ceremonia de bienvenida, llamada jatakarma. En el sur asiático, en general, ponerle nombre a un niño es un hecho importantísimo y muy ritualizado.
En el colectivo pakistaní es costumbre realizar un ritual según el cual se le recita al bebé una oración en cada oído (suele hacerlo el padre), para decirle que es musulmán. También es común quitarle el pelo que tenga al nacer, a los tres o cuatro días de vida, máximo al mes. En ocasiones se le coloca al bebé un amuleto que contiene versos del Corán, llamado tawiz.
Para ponerle nombre a un bebé, en el colectivo sikh se realiza un ritual que consiste en abrir el libro Guru Granth Sahib (libro sagrado de los sikhs) al azar, y escoger la primera letra de la primera palabra de la página de la izquierda para el nombre del recién nacido. Si es niño, se añadirá Singh (león) a su nombre, si es niña se añadirá Kaur (princesa).
Se considera que al cuarto mes el feto es humano, y si se produce un aborto a partir de ese momento se le entierra y se le da nombre.

Toleran mal que se alabe demasiado al recién nacido

Es tabú alabar o fijarse demasiado en el recién nacido, porque se considera que eso puede provocar mal de ojo, mala suerte. Por ello, se felicita a los padres pero no se insiste en decir que el bebé es muy guapo, o cosas por el estilo.

Consideran muy relevante amamantar al bebé y prefieren hacerlo en privado

Amamanta la madre siempre que pueda, de seis meses a dos o incluso tres años (con mayor frecuencia en hindúes).
El amamantamiento se considera esencial y especialmente sano para el bebé. Por ello, para los casos en que la madre no puede amamantar (por no tener suficiente leche o por estar enferma), en su país de origen llegan a recurrir a lo que se llaman dhatris (mujeres que amamantan hijos de otros).
Para favorecer la provisión de leche materna, se anima a comer ciertos alimentos como ajo, parayatu (arroz cocinado el día anterior y recalentado con agua templada), sopas de pollo e hígado de cordero y algunos tipos de pescado.
En el sur asiático se ha creído tradicionalmente que el calostro no era bueno para el bebé, pero los recientes programas de salud pública han ido cambiando esta idea y concienciando de los beneficios del calostro, que hoy en día sí se suele consumir con normalidad.
Las musulmanas, por lo general, amamantan en privado, por pudor, y les resultará muy violento hacerlo si hay gente delante, por ejemplo delante de las visitas de la otra paciente en la habitación del hospital.

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