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Atención sanitaria a la población de origen indio y pakistaní

Contexto: Cultura, sociedad y atención sanitaria en India y Pakistán

Situación sanitaria en el sur asiático

Respecto a las condiciones sanitarias en el sur asiático, las estadísticas más recientes muestran mejoras: desde 1950 la esperanza media de vida ha pasado de 32 a 63 años. En los grandes núcleos urbanos, es frecuente que se den problemas respiratorios relacionados con la polución. Son comunes las infecciones y las enfermedades parasitarias. Hay relativamente poca incidencia de enfermedades coronarias, cáncer, derrames cerebrales y diabetes. Sólo en la India hay 5,13 millones de adultos infectados por el VIH, según las cifras oficiales, aunque varias asociaciones de lucha contra el Sida indican que hay muchos más. Especialmente en zonas rurales, siguen vigentes enfermedades como la lepra, la malaria, la tuberculosis, el cólera, la poliomielitis y la fiebre tifoidea, asociadas a recursos socioeconómicos insuficientes, pero eso no quiere en absoluto decir que importen esas enfermedades en su proceso migratorio. Así, con respecto a inmigrantes del sur asiático en Occidente, se habla de que presentan casos de: malaria, tuberculosis, parásitos intestinales, deficiencia vitamínica y raquitismo, como enfermedades derivadas de situaciones económicas en lugar de origen, que es posible que se solucionen en la sociedad de acogida. Se dan bastantes cuadros de estrés y ansiedad, sobre todo relacionados con la separación de la familia extensa, muy frecuente en las sociedades del sur asiático, donde ante todo un individuo es miembro de su familia; el concepto de individualidad no se entiende como en Occidente, y allí se habla de lo que algunos psicólogos denominan el we-self (yo-nosotros). Estos cuadros de estrés y ansiedad parecen tener mayor incidencia en mujeres jóvenes con menores a su cargo, que se sienten desgajadas de la estructura familiar propia de sus lugares de origen.

Sistemas médicos tradicionales en India y Pakistán

La antropología médica ha demostrado que siempre hay dos sistemas distintos en juego: la perspectiva del paciente y la perspectiva del profesional de la salud. Por ello, es importante entender los sistemas médicos como sistemas culturales. Los sistemas médicos propios de India y Pakistán son sistemas médicos científicos clásicos: Ayurveda (el más relevante, vigente y extendido, y uno de los más antiguos del mundo), Unani y Siddha.
El Ayurveda (actualmente reconocido por la OMS) es un sistema médico activo desde hace miles de años, que se practica en el norte de la India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka y mundo árabe. Ayurveda significa, literalmente, «ciencia de la vida». El primer texto médico propiamente dicho, titulado Charaka Samhita, lo escribió Charaka, gran sabio del Ayurveda, en el Panjab, hacia 700 a.C. Antes de eso, los conocimientos se fueron transmitiendo oralmente de generación en generación a través de los Vedas (los cuatro textos sánscritos que forman la base del extenso sistema de escrituras sagradas del hinduismo).
El médico ayurvédico, vaid o vaidya, posee una formación que suele ser oral, hereditaria, transmitida de padres a hijos a lo largo de varias generaciones. Tiene gran prestigio en la India, superior al que tienen las mujeres de castas inferiores que están especializadas en obstetricia (dais) y tratamientos para la «posesión del espíritu». Suelen creer que obtener beneficio económico de la medicina está mal, que es dinero contaminado que procede del dolor de la gente. Por ello, aceptan la voluntad o donativos en especie (comida, etc.). En su concepción, la medicina tiene que practicarse con compasión y humildad, sin avaricia ni ego. Por eso no cualquiera puede ser aprendiz y convertirse en vaidya. Es un honor y una responsabilidad que no está al alcance de cualquiera, en su concepción original.
La medicina ayurvédica se basa en la creencia de que la enfermedad humana se cura restaurando el equilibrio de las energías del individuo, atendiendo al poder de la naturaleza. En Asia en general (India, China, etc.) se considera que la salud depende del mantenimiento del cuerpo (y la mente) en un estado de equilibrio. Por ello, se entiende que el médico no cura sino que ayuda a que la naturaleza restablezca su equilibrio. Cada cuerpo, cada ser humano, es único, no se generaliza nunca, se observa a cada paciente de forma específica. Los practicantes profesionales de Ayurveda evalúan la naturaleza de cada paciente y tratan de corregir los desequilibrios sobre todo a través de la dieta.
Según el Ayurveda dentro de cada persona existen los cinco elementos básicos del universo: tierra, aire, fuego, agua y éter. La combinación de estos elementos crea tres tipos corporales metabólicos o doshas: vata, pitta y kapha.

  • Vata consta de éter y aire y está asociado con la liviandad y el movimiento.
  • Pitta está compuesto por fuego y está asociado con los procesos metabólicos de transformación, como, por ejemplo, la digestión de alimentos para producir energía.
  • Kapha consta de tierra y agua y está asociado con la estructura y la estabilidad, la masa corporal, la lubricación.

Si bien en cada persona se encuentran todos los tipos de energía, por lo general una es dominante. Las tres conforman la tridosha: las tres energías que rigen la salud y la enfermedad.
El Ayurveda no pretende sólo atajar el problema concreto, la enfermedad, sino tratar la causa de la misma para prevenir y evitar que vuelva a pasar. Cualquier tratamiento ha de correlacionarse con la constitución de la persona (su prakruti). La clave está en el equilibrio y la armonía entre cuerpo, mente y espíritu, el equilibrio entre la constitución natural de cada persona (prakruti) y el estado actual (vikruti).
Puesto que el Ayurveda considera que ha de tratarse al individuo de forma integradora, no sólo la enfermedad o una parte del cuerpo, no sólo atiende al cuerpo físico sino también incluye psicología y espiritualidad, por cuanto se postula que la salud no puede ser separada de lo que comemos, lo que hacemos, lo que pensamos, lo que nos preocupa, lo que sentimos.
De hecho, como parte de los tratamientos, en algunas ocasiones se realizan rituales de purificación. Muchos hindúes creen en la curación derivada de la fe (fuerza/energía mental), la espiritualidad. De ahí que también realicen rezos y meditación como parte de la terapia. De hecho, los hindúes celebran rituales de purificación de forma muy habitual y constante en sus vidas cotidianas. Son rituales que implican rezos, meditación, lectura de textos, fuego purificador en el que arrojan simbólicamente pétalos de flores o ramitas, ingesta de comida purificada en el propio ritual. En ocasiones se realizan ritos purificadores para ayudar en la curación de alguien o para sentirse mejor. Los realiza la gente de forma autónoma o se pide la presencia de un swami (sacerdote hindú).
Según el Ayurveda todos los elementos de la naturaleza son medicinales, sólo hay que saber usarlos: simplemente se trata de darle al microcosmos de nuestro cuerpo aquello de lo que carece en ciertos momentos, y que se encuentra en el mundo exterior (naturaleza). En el Ayurveda el cuerpo no se considera como un continente cerrado sino como un campo abierto donde los procesos se suceden de forma visible. El cuerpo se considera como entidad proteica, en equilibrio dinámico con los elementos que lo componen y en especial con los tres humores (vata, pitta y kapha). Es el desequilibrio entre estos humores lo que causa enfermedad. En esto influyen también los ámbitos físicos a mayor nivel: constelaciones planetarias, campos magnéticos, piedras preciosas y metales… todo el universo.
En el caso del colectivo pakistaní (esencialmente musulmán) el factor religioso ha de ser tenido en cuenta: el pronóstico suele encomendarse a Alá, que decide y tiene en cuenta sus sufrimientos para premiarles en la otra vida, aunque en esencia su concepción de la salud y la enfermedad es también holística.
En el caso del colectivo hindú y sikh también puede tener relevancia el concepto filosófico del karma (acciones) de vidas pasadas, que determinan la constitución de la persona.
Mucho menos generalizado que el Ayurveda, el Unani es un sistema médico activo en Oriente Medio que originalmente deriva de la medicina griega clásica de Hipócrates (unan en árabe significa «griego»), a la que se le fueron añadiendo elementos médicos musulmanes. En la India llega de la mano de los musulmanes, a partir del siglo XIII. Tiene un interés central por la energía o la fuerza vital y los cuatro humores vitales. Como en el resto de sistemas asiáticos, es un sistema médico holístico con interés esencial por el equilibrio.
Según la medicina Unani el cuerpo humano está constituido por siete componentes: elementos (arkan), temperamento (mizaj), cuatro humores (akhlat), órganos (ada), espíritu vital (arwah), facultades (quwa), funciones (afal).
Las principales técnicas Unani para el diagnóstico son: lectura del pulso, examen de la orina y las heces. Pero, como el Ayurveda, tiene en cuenta la personalidad del paciente en su conjunto. Es frecuente prescribir baños (fríos o calientes según el asunto a tratar). También se emplean remedios hechos a base de hierbas.
Tiene en común con los principios básicos de los sistemas médicos asiáticos de carácter holístico su distinción entre caliente y frío y el interés por la alimentación, como eje de gran parte de los tratamientos.
Por último, Siddha es un sistema médico inspirado en prácticas alquímicas y farmacéuticas de origen chino (preparados a base de mercurio, sulfuro). En la India se ubica casi de forma exclusiva al estado de Tamil Nadu (suroeste de la India) y se ha constatado poca incidencia de este sistema sanitario en relación con inmigrantes del sur asiático.

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