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Atención sanitaria a la población de europa del este

Contexto: Cultura, sociedad y atención sanitaria a la población gitana

Los españoles gitanos poseen unos rasgos culturales, tradiciones y formas de entender el mundo y la vida que son diversos y en ocasiones muy distantes a los de su entorno; y comparten con el resto de la población española la cultura, los valores y las tradiciones de cualquier punto de España.

Desde una perspectiva teórica esta situación se explica por el hecho de que los grupos gitanos han convivido durante siglos compartiendo con su entorno sociocultural su vida y su cultura. Esta situación ha producido un proceso de enculturación bidireccional, de mestizaje cultural.

La posición política de los gitanos en la sociedad influye de forma radical en las relaciones interculturales que se establecen con los payos.

Los conflictos en el contexto sanitario, como la mayor parte de los conflictos, afectan especialmente a los grupos sociales más desfavorecidos y con menos recursos, no sólo económicos sino también personales, profesionales y comunicativos; estos grupos de gitanos mantienen una posición política de subordinación con respeto a la sociedad. Su perfil tipo es el de la familia que vive en un gueto de viviendas sociales, que recibe pensiones no contributivas, que tiene una economía de supervivencia, dedicada a oficios temporales o marginales. Asimismo, es bien cierto que en su interacción personal y cotidiana su posición es reivindicativa e insumisa cuando no rebelde.
En general, podemos afirmar que las dificultades de comunicación, las tensiones y las situaciones de violencia simbólica o física se producen a causa de los prejuicios y de los estereotipos mutuos y en menor medida por las tensiones producidas a causa de la diversidad o antagonismo de valores, costumbres o cosmovisiones. Las percepciones mutuas, entre pacientes gitanos y personal hospitalario, son antagónicas.

Las pautas clave para abordar la atención sanitaria a los pacientes gitanos se encuentran en evitar los prejuicios y los estereotipos, en fomentar las relaciones de confianza y de respeto mutuo. Identificamos una variabilidad de pautas concretas que pueden ayudar a facilitar la comunicación en contextos sanitarios con las familias gitanas, entre las cuales proponemos:

  • Fomentar los vínculos socio-afectivos.
  • Construir un rol de autoridad afectiva: Una actitud excesivamente autoritaria activará mecanismos de rechazo y de agresividad y por el contrario una actitud excesivamente afectiva puede interpretarse como volubilidad y generar inseguridad. La actitud de firmeza es muy valorada siempre que se argumenten las razones de la decisión y vaya asociada a una actitud de respeto y proximidad
  • Pactar acuerdos sobre las personas y los tiempos de comunicación.
  • Escoger los interlocutores más adecuados.
  • Controlar el discurso y la información: De cumplir la palabra depende la valoración personal y profesional de un interlocutor. De ahí la importancia de velar por aportar una información clara y concreta sin olvidar comprobar su correcta recepción. No dar la comunicación por supuesta. Aportar información clara, concreta y comprobar su recepción correcta.
  • Trasmitir dignidad y respeto.
  • Contribuir a controlar las reacciones pasionales y emocionales.
  • Impulsar la convivencia y la integración.
  • Controlar los prejuicios y los estereotipos.
  • Prestar especial atención a la comunicación no verbal de la interacción: puede ser difícil que puedan interpretar un discurso técnico pero son muy sensibles a las miradas, a las actitudes gestuales de proximidad y a los tonos de voz.
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