Atención sanitaria a la población gitana

Cultura sanitaria: Embarazo, parto y salud infantil

Las parturientas gitanas suelen percibir de manera negativa la tendencia a hacerles compartir habitación de hospital con otras gitanas

Esta estrategia responde al arraigado prejuicio de considerar a los gitanos como un grupo homogéneo, cuando la realidad demuestra día a día lo contrario.

Suelen acudir a la sanidad privada para todo lo relacionado con el parto y el cuidado de los niños

Las familias que tienen posibilidades económicas acuden al sistema privado en los procesos de embarazo, y de parto y también en la atención pediátrica.
Las familias consideran a los bebés una prioridad y la necesidad de asegurar su salud les conduce a demandar médicos privados, con los que sienten mayor confianza y seguridad. Las relaciones socio-afectivas y los vínculos personales con el pediatra son elementos claves en esta relación.

En el cuidado infantil suelen seguir las pautas que marca su tradición

En el cuidado de los bebés afloran cuestiones culturales que en ocasiones contravienen las pautas médicas. En caso de contradicción lo más habitual es que las familias sigan las pautas tradicionales. Sin embargo, si el bebé tiene molestias del tipo que sea o su estado implica un mínimo riesgo se siguen con extremada diligencia las pautas del pediatra.

Pueden adoptar posturas de exigencia muy activa frente al personal sanitario cuando no están conformes con la atención médica que reciben los niños

En aquellos casos en que se percibe que los niños pueden estar corriendo ciertos riesgos derivados de algún tipo de práctica médica, se pueden producir situaciones de tensión, que pueden derivar en agresividad y violencia. Esta actitud de demanda activa puede derivar en exigencia agresiva cuando no es atendida.