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Atención sanitaria a la población de origen chino

Comunicación y cultura: Comportamientos no verbales

No suelen expresar muy enfáticamente el dolor ni las opiniones

Las culturas que siguen el principio de evitación de conflictos, suelen caracterizarse por un paralenguaje (volumen, tono, velocidad…) poco enfático, poco “agresivo” (aunque el carácter tonal de las diferentes lenguas habladas en China puede provocar que su pronunciación de las lenguas europeas suene algo enfática o estridente). Los afectos personales, sobre todo los negativos o fuertes, no deben ser expresados abiertamente, ya que se puede considerar vergonzoso. En consecuencia, los pacientes no suelen expresar abiertamente el dolor, lo cual puede llevar, como es natural, a una valoración errónea por parte del personal sanitario occidental.
También es habitual expresar las opiniones con un paralenguaje dubitativo, poco asertivo, como una forma de evitar la imposición sobre el resto de interlocutores, sobre todo si se considera que éstos tienen un estatus social superior, como ocurre con los médicos. Este lenguaje dubitativo puede ser interpretado erróneamente por los miembros del personal sanitario occidental como un síntoma de insinceridad.
Por su parte, los médicos chinos también intentan mantener una atmósfera amistosa, calmada, mediante la utilización de un paralenguaje especialmente poco enfático. Ni los chamanes de la medicina popular, cuando entran en trance, emplean un paralenguaje muy enfático.

Esperan tener más tiempo para presentarse al comenzar la consulta

Los empresarios europeos que han viajado a China para negociar algún tipo de acuerdo comercial suelen coincidir en lo difícil que es “ir al grano” en sus conversaciones con los empresarios chinos, en lo inacabable de los saludos y los preliminares.
La larga duración de los saludos entre desconocidos en la cultura china se debe, por un lado a que se considera demasiado brusco pasar directamente al tema de conversación, demasiado arriesgado pronunciarse directamente sobre una determinada cuestión sin haberse antes aproximado indirectamente a la misma. Por otro lado, en una cultura en la que las características de la interacción comunicativa dependen de una manera tan determinante del estatus social relativo de los interlocutores, el saludo entre desconocidos debe ser lo suficientemente largo e informativo como para precisar de la forma más detallada posible las características sociales de los participantes.

Esperan que el médico dirija la conversación, pero también que no los interrumpan mientras hablan

En las conversaciones entre interlocutores de diferente estatus en la cultura china, los de estatus inferior en principio tienen que ceder a los de estatus superior la iniciativa de la conversación, la toma y mantenimiento del turno de palabra y los cambios de temas. Como es natural, éste es el comportamiento que se observa entre pacientes y médicos, tanto en la medicina tradicional como en la occidental. Sin embargo, hay que señalar que en la medicina tradicional también es bastante habitual (bastante más que en la occidental) que el paciente pregunte al médico, y que éste responda detalladamente a sus cuestiones.
Por otro lado, el principio de evitación de conflictos motiva que en las conversaciones suelan darse silencios bastante prolongados entre los turnos de palabra, y que apenas se observen solapamientos. Pese al control que ejercen los médicos de la medicina tradicional china sobre la dinámica de la conversación, es muy raro que interrumpan a los pacientes en sus intervenciones; las interrupciones o solapamientos se consideran muy descorteses en cualquier tipo de situación.

No ponen pegas al contacto físico, pero les puede incomodar el contacto visual directo

Las culturas que siguen el principio de evitación de conflicto suelen caracterizarse por el escaso contacto físico entre los interlocutores, que suelen guardar además bastante distancia entre sí. Sin embargo, tanto el estatus superior del médico, como, sobre todo, la obvia necesidad del contacto físico para el establecimiento del diagnóstico, hacen que los pacientes no pongan ninguna objeción a la exploración física. De hecho durante el diagnóstico de la medicina tradicional el médico se coloca a muy corta distancia del paciente y lo toca para comprobar el estado del pulso, de los ojos, de la lengua, de los olores. En la medicina popular se dan imposiciones de manos, y a veces se escribe (sin tinta) sobre el cuerpo del paciente.
Sin embargo, los pacientes chinos sí esperan que se mantenga otra de las características del lenguaje no verbal propias del principio de evitación del conflicto, como es el no mantenimiento directo de la mirada. Como señalan en las entrevistas realizadas, los pacientes de origen chino se sienten muy incómodos ante la mirada insistente y directa a los ojos por parte del personal sanitario occidental. Estos por su parte pueden interpretar el no mantenimiento de la mirada por parte de los pacientes chinos como un síntoma de desconfianza o de insinceridad.

No suelen ser muy expresivos facial ni manualmente

En consonancia con lo comentado acerca del escaso énfasis paralingüístico, los pacientes de origen chino, fieles al principio de evitación de conflictos, suelen presentar una expresividad facial y manual muy baja. Como comentan en las entrevistas, no emplean los gestos manuales ni para intentar explicarse cuando tienen problemas con el idioma. Esta baja expresividad puede ser, una vez más, interpretada de manera errónea por parte del personal sanitario occidental, como ausencia de dolor, de simpatía, o de interés.
Un gesto que suele ser mal interpretado es el de la sonrisa. En China es muy habitual emplear la sonrisa como una especie de mecanismo compensatorio, cuando la situación es especialmente difícil o comprometida, lo cual puede se puede interpretar por parte del personal sanitario como una forma de burla o frivolidad.

Análisis de una interacción

M1:     Pase, pase siéntese.
P1:     Muy buenos días señor doctor [Permanece de pie junto a la silla, mirando  al suelo]

Intervención 1: El paciente prácticamente no mira a los ojos al médico, lo que puede desconcertar a éste, que por el contrario sí lo mira fijamente.El paciente se dirige al médico empleando unas formas de tratamiento casi demasiado corteses.

M2:     ¡Pero siéntate hombre!
P2:     Eh… sí, muchas gracias señor doctor.

Intervención 2: El médico empieza tratando de usted al paciente, pero para intentar crear un clima más cordial se pasa al tuteo, lo que claramente puede incomodar al paciente.El paciente no acepta la invitación de sentarse a la primera, ya que no es habitual que ésta se haga de forma tan directa; prefiere esperar a que el médico insista, lo que desconcierta a éste.

M3:     Usted es Wang Jin, ¿no? ¿Cómo se encuentra Jin?
P3:     Eh…, no, mm… Ismael…

Intervención 3: El médico emplea una forma de tratamiento muy coloquial, como es hombre, y además, por desconocimiento, llama al paciente por su nombre de pila, que se sitúa detrás del apellido.

M4:     ¿No eres Wang Jin? ¿Ésta no es tu tarjeta médica?
P4:     Sí, eh, sí, sí [Mirando al suelo, con las manos sobre las rodillas], pero ahora Ismael mi nombre de España

Intervención 4: Como al paciente le incomoda mucho que su nombre de pila se emplee en una situación formal como esta, prefiere optar por un nombre del país de acogida. Esto puede ser interpretado por el médico como un indicio de que hay algún problema legal con la identidad del paciente. Hay que tener en cuenta que en algunos casos los inmigrantes se prestan las tarjetas sanitarias, con los problemas que esto puede acarrear. Esta desconfianza se puede ver agravada por el paralenguaje dubitativo del paciente y por su forma de evitar la mirada directa.

M5:     [Con cara extrañada] Bueno, bueno… ¿y qué, cómo sigue?
P5:     Cuando como, luego a las dos horas siento dolores en el estómago. Suelo caminar un par de horas al día, pero ahora cuando he caminado media hora me canso mucho. Las dos últimas noches me he despertado dos veces, con sudores y olores agrios, y he soñado que me caía a un río y me ahogaba y que…

Intervención 5: El paciente intenta ofrecer una información muy completa e integral de su estado de salud, que incluye hábitos alimenticios, paseos, sueños.

M6:     Bien, entonces sigue teniendo dolores estomacales fuertes ¿no? ¿Se ha tomado el anaxol que le receté?
P6:     ¿Anaxol? Eh…, la medicina esa, eh, sí muy bien, gracias…

Intervención 6: El médico considera irrelevante la narración del paciente y la interrumpe muy bruscamente para centrarse en el órgano que considera dañado. Esta interrupción es considerada muy descortés por parte del paciente.

M7:     Tómesela eh, que no se le olvide, ¿eh?
P7:     Mm, mm [Sonriendo y afirmando con la cabeza]

Intervención 7: Muy posiblemente el paciente no se ha tomado la medicina recetada, pero miente para no entrar en contradicción abierta con el médico. La sonrisa del paciente indica que se encuentra en una situación comprometida.

M8:     A ver, déme los resultados de los análisis de sangre. [Los lee] Vamos a tener que hacer más análisis de sangre.
P8:     Yo… ya estoy mejor… no hace falta… la medicina es muy buena, y el médico es también muy bueno, un médico muy sabio…

Intervención 8: El médico insiste en uno de los métodos diagnósticos más habituales de la biomedicina como es el de los análisis de sangre.El paciente no está muy de acuerdo con que le hagan más análisis, porque considera que eso puede debilitarlo mucho y contribuir al desequilibrio corporal. Como no puede contradecir directamente al médico, intenta paliar su negativa con alabanzas hacia el médico.

M9:     Ya, ya… Pero hombre, le tiene que estar doliendo muchísimo. A ver, túmbese aquí… [Se tumba y le palpa la zona del hígado] ¿Le duele?
P9:     Un poco [Sin apenas quejarse]

Intervenciones 9 y 10: El paciente emplea un paralenguaje muy poco enfático, con una expresión de dolor muy por debajo de lo esperable según los datos observados por el médico.

M10:   [Le sigue palpando] ¿No le duele?
P10:    Sí, un poco, señor doctor [Sin poder reprimir unos quejidos]

Intervenciones 9 y 10: El paciente emplea un paralenguaje muy poco enfático, con una expresión de dolor muy por debajo de lo esperable según los datos observados por el médico.

M11:   [Mientras P se abrocha la camisa] Bueno, Jin, vamos a tener que ingresarlo en el hospital…
P11:    No, bueno, tengo que ver a mi familia…

Intervención 11: El paciente es reticente a tomar una decisión tan importante como la de ingresar en el hospital sin consultarlo antes con su familia.

M12:   Tenemos que hacer algunos análisis, pero parece que lo que usted tiene es grave, es muy grave…
P12:    [Mirando al suelo]

Intervención 12: El médico le da muy directamente la noticia de la extrema gravedad de su enfermedad, lo que unido a la insistencia en ingresarlo en el hospital sugiere en el paciente la idea de la muerte, tabú para él en su situación.

M13:   Lo mejor es que ingrese en el hospital cuanto antes.
P13:    [Despidiéndose] Bueno, muchas gracias, señor doctor. Ahora tengo que irme.

Intervención 13: Su sonrisa sugiere una vez más lo problemático de la situación, que le hace incluso despedirse.

 

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