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Atención sanitaria a la población de origen chino

Comunicación y cultura: Comportamientos verbales

No suelen reconocer que no han entendido alguna expresión del personal sanitario

En la medicina tradicional china no se suele emplear una terminología técnica específica, se usan analogías con fenómenos naturales y cierta terminología de carácter metafórico, especialmente en los historiales; pero con los pacientes se emplea un lenguaje fácilmente comprensible, bien coloquial, o bien de términos biomédicos ya extendidos. Por otro lado, los pacientes también aprecian como algo positivo el hecho de no entender determinados conceptos de la medicina tradicional.
En la medicina occidental se emplean términos técnicos biomédicos no siempre entendidos por los pacientes. En la medicina popular, si el chamán dice expresiones ininteligibles éstas son traducidas por sus asistentes. Aunque es habitual el uso de expresiones que no entienden ni los pacientes, ni los asistentes, ni el propio chamán.
En general los pacientes de origen chino no preguntan, ni en su país ni en el de acogida, por aquellas expresiones que no entienden, aunque afecten a la correcta aplicación del tratamiento. Reconocer que no han entendido algo de lo dicho por el personal sanitario puede suponer un doble problema desde el punto de vista comunicativo propio de la cultura china. Por un lado, supone una forma de reconocimiento de las limitaciones en el conocimiento de la lengua de acogida, lo que puede ser motivo de vergüenza. Y por otro lado, y más importante, preguntarle al médico algo que no se ha entendido podría se interpretado por éste como una forma de cuestionarle abiertamente, lo cual resulta inconcebible para el paciente de origen chino, teniendo en cuenta que se considera que el médico se encuentra en una posición social superior a la suya.

No suelen contradecir al médico, aunque no vayan a cumplir o no hayan cumplido lo que éste les indique

Cuando un paciente le asegura al médico que seguirá el tratamiento que éste le está prescribiendo cabe la posibilidad de que no haya tomado en absoluto una decisión al respecto. Los intereses de los individuos de la sociedad china, incluidos los relacionados con la salud, están supeditados a los de la familia, y es en el seno de ésta donde debe decidirse la conveniencia o no de seguir un determinado tratamiento.
Pero aún en el caso de que no vaya a seguir el tratamiento, o no lo haya seguido, el paciente no va a reconocerlo abiertamente, ya que esto supondría ir contra el principio de evitación de conflictos, y además se interpretaría como una forma de cuestionar la autoridad del médico. La retórica china enfatiza la manera de plantear las opiniones o ideas de uno sin romper la armonía con el resto, aunque esto suponga expresar mentiras sociales. Los pacientes también pueden considerar que mentir es lo más adecuado cuando deben responder a preguntas muy comprometidas, como por ejemplo, las referidas a comportamientos sexuales extramatrimoniales.

Es habitual que durante la consulta den mucha información personal, pero no sobre temas comprometidos

Como hemos comentado en la primera parte del capítulo, el kanbing, o diagnóstico propio de la medicina tradicional china se caracteriza por su carácter integral, por indagar no sólo en el conjunto de características físicas del paciente, sino también en su comportamiento social, laboral, familiar, en los hábitos de sueño y de comida, etcétera. Sin embargo, los pacientes evitan hablar sobre aspectos muy íntimos o muy comprometidos. Prefieren no responder, hacerlo con evasivas, o mentir cuando deben responder a preguntas muy comprometidas, como por ejemplo, las referidas a comportamientos sexuales extramatrimoniales.

Suelen tratar al médico con mucho respeto, se dirigen a él por el título o el apellido, y esperan un trato igualmente respetuoso

El principio de jerarquía implica igualmente que los pacientes se dirijan al personal sanitario empleando unas formas de tratamiento muy corteses. El chino mandarín cuenta con un sistema de formas de tratamiento bastante más rico y complejo que los de las lenguas europeas, que se ha mantenido a lo largo de las décadas de régimen comunista. En los países de acogida es habitual que, pese a las dificultades lingüísticas, intenten emplear las formas de usted y evitar el tuteo.
En China hay una muy compleja estructura de denominaciones: hay nombres de escuela, nombres familiares, de niños pequeños, etc. El nombre indica un determinado tipo de relación social. En los países de acogida, en el ámbito sanitario lo esperable es dirigirse por el título académico o profesional. En cualquier caso nunca se emplea el nombre de pila en público.
En la cultura china se presta también especial atención a que el trato hacia los pacientes sea igualmente muy respetuoso. En los hospitales chinos hay carteles en los que se advierte acerca de cómo debe ser el trato del médico hacia el paciente. En ningún caso el personal sanitario se dirige a los usuarios por su nombre de pila, ya que resultaría muy ofensivo. Hay que tener en cuenta que en China el apellido se coloca delante del nombre, lo cual suele crear bastantes equívocos en los hospitales europeos. Muchos chinos acaban adoptando un nombre del país de acogida.

Suelen hablar de forma muy indirecta de temas delicados, y esperan que el personal sanitario actúe de igual manera

Las culturas en las que se sigue el principio de evitación de conflictos se caracterizan por el uso de expresiones poco explícitas; son los oyentes los que deben deducir, a partir del contexto situacional, las intenciones comunicativas implícitas (han xu) en los enunciados. Con esto se consigue evitar, si no la transmisión de ciertos contenidos comprometidos, al menos su expresión directa. En este sentido, no es de extrañar que el chino mandarín, incluso en su uso más coloquial, esté constantemente salpicado de proverbios y expresiones metafóricas.
Esta indirección en el lenguaje se agudiza cuando los temas tratados son tan delicados como el de las relaciones sexuales, o las defecaciones. En estos casos tanto el médico como el paciente chino emplean un lenguaje muy indirecto, plagado de eufemismos. Por ejemplo, si el médico le dice al paciente si ha tenido un “descenso de riñón” puede estarle preguntando si ha tenido excesos sexuales.
Además de con los contenidos comprometidos, en la cultura china se usa un lenguaje muy indirecto con las órdenes. En China incluso los médicos occidentales procuran no dar órdenes demasiado directas a sus pacientes.

Pueden presentar problemas con la escritura con caracteres latinos

Actualmente en la República Popular China existe un elevado nivel de alfabetización. Sin embargo, aunque en las escuelas se enseña también el alfabeto latino (pinyin), en general la gente está más familiarizada con los caracteres chinos. Esto hace que, a los problemas con las lenguas de acogida, puedan sumarse los problemas con el lenguaje escrito, por ejemplo en las recetas, especialmente si éste no presenta excesiva claridad.

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