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Atención sanitaria a la población de origen chino

Cultura sanitaria: Concepciones de la salud

Suelen esperar un diagnóstico personalizado y muy detallado

La concepción del funcionamiento del cuerpo en la medicina tradicional china es de carácter holista. Aunque se tiene en cuenta el funcionamiento de los diferentes órganos, lo que realmente interesa es el equilibrio entre el funcionamiento de los mismos, y el fluir natural del qi, la energía vital, a través de los canales adecuados. Para la medicina china tradicional no se puede afirmar que esté enfermo un determinado órgano, la enfermedad afecta siempre al conjunto del organismo, a su sistema de equilibrios energéticos.
Esta concepción holista se refleja de una forma muy evidente en el tipo de diagnóstico, kanbing, que se practica en la medicina tradicional china. Los kanbing se basan en las informaciones del paciente (preguntas sobre dieta, temperaturas, hábitos laborales, sociales y sexuales, excrementos, partes del cuerpo…), en el examen del aspecto general, de la lengua, del tono de voz y la respiración, olor, expresión y color de la cara y, sobre todo, los diferentes pulsos (hasta seis tipos: Se toman tres pulsos en cada muñeca, en diferentes puntos y con diferentes grados de presión, que ofrecen datos sobre diferentes aspectos del funcionamiento del cuerpo). Se consideran síntomas circunstancias como: soñar demasiado, hablar muy libremente o que no te guste el agua fresca. El diagnóstico final debe basarse en la combinación de todos estos tipos de síntomas. Este tipo de diagnóstico se estandarizó en los años 50 y 60, y requiere mucha experiencia y habilidad; aunque cada vez más se combina con análisis y pruebas tecnológicas propias de la medicina occidental.
Por otro lado, los pacientes de origen chino esperan un diagnóstico personalizado, ya que en la medicina tradicional china hay enfermos, no enfermedades, los síntomas no se suelen agrupar en “enfermedades”. Cada paciente reúne su propia y única combinación de síntomas.

Durante el diagnóstico pueden dar datos personales sobre su forma de vida

Para comprender este tipo de comportamiento hemos de acudir una vez más a los conceptos de holismo y equilibrio. En la medicina tradicional china se establecen unas claras equivalencias entre la estructura y el funcionamiento del cuerpo humano, el cosmos (o entorno físico), y la sociedad. Para su correcto funcionamiento, el cuerpo humano debe mantener su equilibrio interno y el equilibrio con el entorno físico y social. Como comentaremos más adelante, en la cultura china no existe una distinción nítida entre enfermedades físicas y enfermedades mentales o anímicas. El estado de padecimiento físico de un paciente puede estar motivado por desequilibrios en las prácticas físicas, como los hábitos de sueño, sexuales o laborales, pero también por desequilibrios en las relaciones humanas y en las emociones asociadas a las mismas.

Pueden explicar sus síntomas con términos como “frío o caliente”, “flujo de energía”, “bloqueos”

Esta diferente concepción del funcionamiento del cuerpo humano, de la salud y de la enfermedad que se observa entre la medicina tradicional china y la biomedicina tiene otra consecuencia más inmediata para el desarrollo de la comunicación entre el médico occidental y el paciente de origen chino: la de la utilización de una terminología muy diferente. El paciente de origen chino puede intentar explicar su estado empleando términos como, “vientos”, “humedades”, “frío y caliente”, (que pueden tener poco que ver con el sentido estrictamente térmico), “esencia”, “fluidos”, “espíritu”, “meridianos”, “flujos y bloqueos de energías”, “ritmos orgánicos”, u, “órganos yin y órganos yang”, “armonía entre los cinco elementos”. Los cinco elementos de la naturaleza son el fuego, el metal, la madera, la tierra, y el agua, que se corresponden con los cinco órganos principales: corazón, pulmones, hígado, bazo y riñones, en constante equilibrio entre sí.

No suelen ser muy proclives a la donación de órganos, los transplantes, las autopsias, ni los excesivos análisis de sangre

Debido a su concepción holista de la salud, en la medicina tradicional china se evita, en principio, cualquier práctica que implique la “fragmentación” del cuerpo humano. La salud depende del equilibrio entre el funcionamiento de las distintas partes del cuerpo, de manera que la extirpación de alguna de estas partes puede suponer la imposibilidad de restablecer el equilibrio corporal.
Esta tendencia a conservar la integridad del cuerpo va más allá de la salud puramente física, y afecta igualmente a los cuerpos de los fallecidos, lo que provoca un marcado rechazo a las donaciones de órganos y a las autopsias. En la medicina tradicional china no se practicaban autopsias, pese a lo cual existía un muy preciso conocimiento del funcionamiento de los órganos.
Esta tendencia a mantener la integridad corporal no afecta únicamente a los órganos, también se da una clara tendencia a evitar la pérdida de los flujos por los que circula la energía vital, lo cual provoca una cierta reticencia a sufrir excesivas extracciones sanguíneas, que pueden debilitar seriamente al cuerpo. Igualmente se considera que el exceso de actividad sexual puede ser una fuente de enfermedades, ya que la excesiva pérdida de semen afecta negativamente al funcionamiento del sistema renal y al resto de órganos.

Los pacientes pueden tener marcas en la piel

Como comentábamos en el punto anterior, en la medicina tradicional china se evita el “contacto directo” con los órganos del cuerpo. Este carácter no intrusivo hace que, aparte del uso de plantas medicinales, gran parte de las terapias se concentren en la piel, en los puntos (o “pozos”) que permiten la comunicación de la red de canales energéticos internos con el exterior. Estas prácticas cutáneas, que incluyen la moxibustión (consiste en acercar a determinados puntos de la piel un fragmento de hojas de moxa en combustión), los masajes, la aplicación de ventosas, o la acupuntura (actualmente también se añaden métodos electrónicos o magnéticos), pueden dejar marcas en la piel, “sospechosas de maltrato” desde el punto de vista del personal sanitario europeo.

Las medicinas pueden interactuar con hierbas medicinales

Los tratamientos de la medicina tradicional china se basan en gran medida en el consumo de infusiones o cocciones de mezclas de plantas medicinales, de difícil elaboración y sabor bastante desagradable. Este tipo de tratamientos suele ser bastante prolongado y de acción lenta.
Como los propios entrevistados reconocen, es habitual que los inmigrantes de origen chino traigan consigo bastantes de estas hierbas, y que las consuman sin dar cuenta de ello al personal sanitario occidental. Aunque los preparados de plantas medicinales suelen tener pocos efectos secundarios nocivos, cabe la posibilidad de que interactúen de manera poco saludable con los medicamentos de la medicina occidental.

Suelen esperar un tratamiento que actúe inmediatamente, especialmente a través de inyecciones

Actualmente en China conviven la medicina tradicional china y la medicina occidental. Aunque existe una clara tendencia hacia el predominio de esta última, se observa una distribución de los enfermos entre ambas prácticas dependiendo de diferentes factores: acuden a la medicina tradicional sobre todo las personas mayores, la gente de las zonas rurales, y para tratar enfermedades crónicas y no muy graves; mientras que acuden a la medicina occidental sobre todo las personas jóvenes, la gente de las ciudades, y para tratar enfermedades graves. Se considera que la medicina tradicional actúa de una manera más lenta, pero con menos efectos secundarios nocivos, y que la medicina occidental tiene más efectos secundarios, pero es más rápida en sus resultados.
Se podría afirmar que existe una sobrevaloración de la inmediatez de los efectos de la medicina occidental, lo que provoca que, como comentábamos en otro apartado, los pacientes cambien de médico si no se produce una rápida y apreciable mejora en el estado de salud. Las inyecciones son un auténtico símbolo del “intrusismo” de efecto inmediato de la medicina occidental, hasta el punto que un paciente chino puede sentirse defraudado si acude a una consulta biomédica y no recibe la correspondiente inyección.
Esta asociación entre las inyecciones y la medicina occidental se ve agravada por el hecho de que las inyecciones se han convertido en China en una forma de financiación de la sanidad. Las consultas médicas son oficialmente gratuitas, el pago se realiza a través de la compra por parte del paciente de los medicamentos en la farmacia del hospital. Para evitar que los pacientes se compren las medicinas en el mercado negro, se opta por suministrar directa e inmediatamente la medicación en forma de inyecciones. De manera que la práctica totalidad de consultas médicas concluyen con la correspondiente inyección.

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