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Atención sanitaria a la población de origen subsahariano (con especial atención al caso de Senegal)

Cultura sanitaria: Concepciones de la salud

Puede causarles extrañeza un examen médico que se centre exclusivamente en un determinado órgano

La sanidad tradicional presenta características bastante similares en cualquier parte del mundo. Quizás el rasgo más definitorio de este tipo de sanidad sea su carácter holista. No se considera que esté enfermo un determinado órgano, está enfermo el cuerpo en su conjunto, con su sistema de equilibrio, y está enfermo el espíritu, y las relaciones familiares y sociales, y las relaciones con los entes espirituales: los antepasados y sus preceptos, los genios, los dioses. La sanidad tradicional incide y actúa sobre todas estas dimensiones del ser humano. En general se observa una cierta desconfianza hacia los diagnósticos rápidos de la sanidad occidental, centrados en el mal funcionamiento de un determinado órgano, y que ignoran la compleja red de factores físicos, alimenticios, anímicos, sociales, familiares, laborales y espirituales que influyen, según la concepción tradicional, en la salud de los individuos.

Pueden ofrecer descripciones de su estado de salud o enfermedad basadas en términos como flujos, humores, aires o vientos

La concepción holista del funcionamiento del cuerpo humano, propia de la sanidad tradicional, implica, entre otras cosas, la especial relevancia de los canales o conductos energéticos que conectan orgánicamente las diferentes partes del cuerpo, y por los que circulan flujos, humores; o, de manera negativa, aires o vientos procedentes del exterior y que pueden afectar al buen funcionamiento del organismo. Los pacientes pueden describir su enfermedad como “un viento rojo que ha entrado por la cabeza, y ha recorrido los diferentes canales del organismo”.

Es posible que empleen remedios basados en plantas medicinales, especialmente cocciones de cortezas de determinados árboles, que pueden interactuar con la medicación prescrita

Aunque los extranjeros de origen subsahariano no tienen demasiado arraigada la costumbre de traer consigo plantas medicinales (como por ejemplo ocurre con los extranjeros de origen chino), lo cierto es que en las grandes urbes europeas es cada vez más habitual encontrar sanadores tradicionales venidos de sus países de origen, y que suministran a sus compatriotas los remedios tradicionales que traen consigo. Aunque en principio los remedios basados en plantas medicinales no suelen tener excesivos efectos secundarios (las claves para su correcta preparación y uso van pasando de generación en generación), lo cierto es que pueden contener ciertos principios activos susceptibles de interactuar de forma negativa con la medicación suministrada en los centros de salud europeos. Lo normal es que un paciente de origen subsahariano que esté consumiendo este tipo de remedios tradicionales no lo comunique de manera espontánea a su médico.

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