

Atención sanitaria a la población de origen magrebí
Comunicación y cultura: Comportamientos verbales
En ocasiones pueden expresar demasiada información personal
Para la medicina tradicional de carácter holístico, para explicar el estado de salud es importante determinar el estado del alma y la relación del individuo con su entorno. En este sentido resultan relevantes la información personal relacionada con los hábitos y la vida privada del paciente; siguiendo esta tendencia se puede dar el caso de que el paciente en la consulta médica biomédica proporcione excesivos detalles de su vida diaria con el objeto de buscar la explicación de la enfermedad que padece.
En muchas ocasiones no se nombra directamente la enfermedad en ámbitos públicos
Se da el caso que la familia oculta la enfermedad de un miembro de la misma, como si se tratara de una vergüenza o de un castigo que es mejor no mostrar. Recordemos que para la religión musulmana las personas tienen marcado su destino, así pues, se puede interpretar que las enfermedades responden a la voluntad de Alá.
En muchas ocasiones se evita pronunciar públicamente el nombre de la enfermedad que padece una persona. Al margen de supersticiones, esto se puede explicar de la misma manera que socialmente no está bien visto hablar públicamente de los defectos del prójimo, tampoco está bien visto hablar de las desgracias ajenas. La regla general es evitar nombrar directamente la enfermedad cuando se entablan relaciones sociales. En casos de enfermedad grave se evita la alusión directa a la enfermedad con el paciente y con la familia directa.
El tema del sexo no se aborda en ámbitos públicos
Como ya hemos señalado, el sexo es un tema tabú que no se aborda en ámbitos públicos en situaciones comunicativas asimétricas. En primera instancia difícilmente un paciente consultará una duda al respecto. Sin embargo, cuando se establece una relación de igualdad, basada en la mutua confianza, se realizan confesiones muy íntimas; sobre todo cuando el personal sanitario y el usuario pertenecen al mismo sexo.
Se recurre a la mentira en determinados contextos
El patrón comunicativo cultural que siguen los magrebíes varía más que otras culturas en función del interlocutor y del contexto comunicativo. En situaciones comunicativas socialmente asimétricas se recurre más a la mentira o la ocultación de información para no provocar la ofensa del interlocutor o para no perder el prestigio social; por ejemplo, alguien que no sigue un tratamiento afirma que sí lo sigue para no enfadar a su interlocutor. La precariedad de la situación del inmigrante y su desconfianza todavía acentúan más esta tendencia a ocultar la verdad. Se puede generar el estereotipo negativo de que son poco sinceros.
Manifiestan sus quejas abiertamente y de manera enérgica
El paciente magrebí, a diferencia de otros colectivos, suele exteriorizar de manera muy directa tanto su alegría y gratitud como su descontento.
En relaciones de igualdad con familiares y amigos son muy directos en la expresión de sus ideas y sentimientos. Con el personal sanitario y médico normalmente adoptan un comportamiento comunicativo mucho más distante e indirecto que en situaciones coloquiales. Sin embargo, cuando se producen determinadas circunstancias que alteran la relación tradicional de paciente–médico (por ejemplo, cuando el paciente se siente discriminado), el magrebí se expresa de una manera muy directa, sin cuidar mucho el grado de ofensa que pueden ocasionar las palabras utilizadas ni la manera de expresarse.
La manera tan directa y enfática de expresarse provoca la percepción de que se quejan mucho y de que no se adaptan al sistema sanitario español; otros colectivos no son percibidos tan negativamente porque su comportamiento comunicativo es mucho más discreto y, en consecuencia, pasan más desapercibidos.
Pueden ser percibidos como excesivamente insistentes
Cuando el hablante magrebí quiere conseguir un objetivo concreto de su interlocutor, puede ser percibido como excesivamente reiterativo e insistente; por ejemplo, cuando se solicita un favor o se realiza una petición. También el magrebí con frecuencia muestra actitud comunicativa redundante y enfática cuando quiere expresar su gratitud; se puede generar un malentendido si ofrece un regalo y el personal sanitario no lo acepta.
Se pueden mostrar remisos a contraer compromisos en el tiempo futuro
Los musulmanes creen en el destino determinado por Dios. Consecuentemente, entre las normas de cortesía del musulmán se incluye no realizar afirmaciones sobre el futuro, cuando se realiza una aseveración se suele añadir la coletilla in sha Allah (si Alá quiere). Los musulmanes pueden sentir que es inadecuado o una invitación al desastre realizar afirmaciones rotundas referidas al futuro sobre la salud.
La duración de la interacción social puede que se alargue en exceso
La interacción social en la cultura árabe tiende a la lentitud y a huir de la prisa; cuando dos conocidos se encuentran se suele producir un saludo largo en el que se intercambia mucha información social, se habla de la familia, etc. En ocasiones cuando una persona aborda una cuestión directamente su interlocutor puede interpretar que éste está excesivamente nervioso y que se precipita. Para el magrebí es importante que los profesionales de la salud no sean cortantes en el trato.