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Atención sanitaria a la población de origen magrebí

Cultura sanitaria: Sexualidad, embarazo, parto y postparto

La sexualidad es una cuestión muy delicada de tratar

Todos los temas relacionados con la sexualidad deben ser abordados con mucho tacto y en un contexto de máxima confidencialidad.

El tabú del sexo

Por lo general, en espacios públicos en relaciones de desigualdad entre los interlocutores no se abordan cuestiones relacionadas directamente con el sexo. Así pues, el afectado por una enfermedad de transmisión sexual puede guardarla en secreto; en consecuencia, en la inmensa mayoría de los casos se recurre a la automedicación. A todo esto se añade la carencia de medidas preventivas junto con la falta de información sexual.

El tema de la menstruación no se trata abiertamente

En la mayoría de las ocasiones es un tema tabú incluso en el ámbito familiar, la mujer cuando tiene la menstruación lo suele ocular a los demás. Esta actitud se puede relacionar con ciertas indicaciones de la religión musulmana; durante el período las mujeres no tienen el derecho de rezar, ni ayunar, ni entrar a lugares sagrados (mezquita, la Meca), ni tocar el Corán.
La cópula sexual se prohíbe durante la menstruación.

La virginidad femenina es una cuestión relevante socialmente

La virginidad socialmente se valora muy positivamente; pervive la idea de que la mujer debe llegar virgen al matrimonio.
Las relaciones extramatrimoniales desde el punto de vista religioso constituyen un pecado, socialmente no se aceptan y pueden ser castigadas por la ley; el Islam prohíbe el sexo prematrimonial y el adulterio.
Los datos de la realidad contrastan con las pautas marcadas por la religión; según una encuesta realizada a 150 jóvenes marroquíes de Casablanca el 54% de hombres y el 75% de mujeres rechazan pensar en la sexualidad pre-conyugal como pecado.

Pueden solicitar la circuncisión masculina

No se realiza la ablación, sin embargo, la circuncisión masculina es una  costumbre ligada a la religión, prácticamente a todos los hombres musulmanes se les práctica la circuncisión durante la infancia. Este acto es motivo de fiesta y celebración. El momento de este rito varía, pero debe ser llevado a cabo antes de la pubertad, normalmente se hace entre los tres y cuatro años. Se recurre a los hospitales para realizar la circuncisión masculina.

Existen problemas de concienciación para seguir las campañas de control de la natalidad y contracepción

El índice de natalidad constituye un problema social. Hay que tener en cuenta que la familia tradicional tiene muchos hijos; los matrimonios sienten la presión social para concebirlos, no se entiende bien que una pareja decida no tener descendencia.
Existen programas de control de la natalidad auspiciados por las autoridades sanitarias; en la inmensa mayoría de las parejas participan directamente sólo las mujeres, aunque ambos miembros de la pareja consensúan la decisión final.
La población joven y urbana es más consciente de la necesidad de planificar y controlar la natalidad.

Hay dificultades para usar anticonceptivos

El uso de la píldora, los dispositivos intrauterinos, los diafragmas, los espermicidas y los preservativos no se prohíben en Islam sino que se consideran como una vía poco recomendable; solamente Dios tiene el poder de conceder hijos a los padres. Está justificado utilizar los métodos anticonceptivos por prescripción médica, en los casos en que el embarazo es contraproducente para la salud de la madre. El método ogino y el coitus interruptus son formas aceptables de contracepción. La píldora es el método más utilizado, seguido del DIU. La contracepción recae sobre todo en el género femenino.

La infertilidad es una cuestión muy difícil de abordar

Tradicionalmente la infertilidad ha sido un problema que las parejas tendían a ocultar, sin embargo, cada vez más se recurre a médicos especialistas para superar este problema.
La fertilización in vitro y la inseminación artificial se permiten en el Islam siempre que se utilice el esperma del marido. La donación de esperma está prohibida.

Embarazo y parto

Hay un mal seguimiento del embarazo

La mayoría de inmigrantes llegan al ambulatorio o al hospital cuando el embarazo está bastante avanzado. Se constata una falta de conciencia respecto a la necesidad del seguimiento del embarazo. En Marruecos existen programas de control y seguimiento tanto en la gestación como en el parto; se recomienda la revisión una vez al mes en el primer trimestre, después una revisión al trimestre.
El perfil de la mujer que utiliza menos los servicios de salud es la mujer rural y sin instrucción.

No es costumbre la presencia de familiares en el parto

Durante el parto en los hospitales públicos no se permite la presencia de familiares; en las clínicas privadas se permite la presencia del cónyuge. Normalmente no hay tratamiento específico para el dolor en los partos.

El aborto está restringido a casos muy excepcionales

El aborto está prohibido tanto por la religión como penalmente. En Marruecos no está permitido el aborto ni en casos de violación o incesto. También está prohibido en los casos donde existen problemas con el feto, en los embarazos con problemas sociales o económicos. No obstante, en los casos que se constata que el embarazo constituye un peligro para la salud de la madre se práctica su interrupción. Generalmente se lleva a cabo la interrupción dentro de los cuatro meses del embarazo, siempre justificado por razones médicas.

Existen diferencias respecto a la atención sanitaria en el parto

En general entre un 60 y un 70% da a luz en centros hospitalarios y el resto prefiere hacerlo en sus domicilios con la ayuda de una comadrona, de una enfermera o eventualmente de un médico.
En Marruecos se han detectado casos que por la aplicación de ciertos remedios caseros para la cicatrización han provocado infecciones serias; estas prácticas están en recesión.
En los partos llevados a cabo en hospitales se incinera la placenta y cuando es a domicilio se entierra.
La atadura del cordón umbilical se efectúa según el procedimiento universal.

Para la atención en los partos se prefiere a ginecólogas y comadronas

La profesión de comadrona es prácticamente exclusiva de las mujeres. Muchas familias alegan motivos religiosos para que a la parturienta la atienda una ginecóloga, en muchas ocasiones quien más insiste en esta cuestión es el marido o la madre de éste.

Posparto

Se necesita intimidad para realizar los ritos religiosos

Es posible que los padres puedan querer que una persona docta en Islam realice la tarea de recitarle en cada oído del recién nacido la llamada a la oración poco después de su nacimiento.

Se descuida la atención sanitaria postparto

El índice de mortalidad infantil en los primeros años es alto en Marruecos.
La atención postnatal es bastante elevada en relación con la atención prenatal, sin embargo, no siempre se realiza a través de un proceso de exámenes y análisis para detectar cualquier anomalía, sino que frecuentemente se queda en una simple entrevista. La atención sanitaria postparto va ligada al sistema de vacunación infantil. El Ministerio de Sanidad Pública marroquí en los quince primeros días después del parto informa a los padres sobre la lactancia y la vacunación.
En el ámbito urbano desde la sanidad pública hay más seguimiento, tanto de la madre como del recién nacido con consejos de higiene y sobre la alimentación.

Existe ritos que hay que cumplir con el recién nacido

Es frecuente colgarles un amuleto a los recién nacidos y bautizarlos a los siete días con un ritual religioso. El nacimiento se celebra en la mayoría de los casos con el sacrificio de un borrego. Puede general cierto malestar el hecho de que se detecten obstáculos que dificulten el cumplimiento de estos ritos.

El contacto físico del bebé con la madre es muy importante

Durante esta etapa el contacto físico madre-hijo es constante; la madre prácticamente no se separa del bebé. Es frecuente que en el medio rural en los primeros meses y hasta en los primeros años la madre lleve a la espalda al bebé.

Pueden molestar las alabanzas excesivas hacia los niños

En muchas ocasiones se evitan los cumplidos y alabanzas del niño para evitar el mal de ojo; se supone que los niños son más susceptibles de ser víctimas del mal de ojo. En otras ocasiones se observa descuido en el aspecto físico del niño, provocado por la finalidad de evitar la envidia y el mal de ojo.

Está arraigada la costumbre de amamantar al bebé de una pariente: existen hermanos de leche

En los casos en que la madre no pueda amamantar a su bebé, lo hace generalmente una mujer de parentesco cercano, que está también en periodo de lactancia. Esta situación relacionada con la lactancia se debe hacer pública con el fin de evitar un futuro casamiento de dos “hermanos de leche” puesto que la religión musulmana lo prohíbe.
Está bien visto el consumo del calostro.
El horario de la lactancia suele ser el del reloj biológico en el ámbito rural, se le da de mamar al bebé cuando éste lo demanda.

Se introduce a edad muy temprana la alimentación de adulto

A veces resulta más problemático la introducción de elementos sólidos en la dieta del bebé, ya que en este caso no coinciden las prescripciones de la sanidad española con las costumbres de muchos inmigrantes. La tendencia general entre los inmigrantes es proporcionar a los niños en una edad temprana alimentación más propia de los adultos.

El sistema de vacunación diferente puede crear confusión

Aunque el sistema de vacunación es diferente, los padres/madres manifiestan su disposición a adaptarse al calendario vacunal español. Si no se sigue el sistema de vacunación es a causa de la propia precariedad e inestabilidad del sistema de vida de los inmigrantes, cambios de residencia, de trabajo, etc.
En Marruecos se vacuna de manera obligatoria contra la tuberculosis (la vacuna BCG: Bacillus Calmette-Guérin); la consulta postnatal en Marruecos va ligada con la vacunación. Este tipo de vacuna no se pone en España, lo cual puede llevar a equívocos por parte de los afectados; es posible que muestren curiosidad al respecto.
Otras vacunas obligadas en Marruecos son para combatir las siguientes patologías: poliomelitis, difteria y tosferina. Precisamente uno de los mayores avances sanitarios de Marruecos ha sido la evolución de las enfermedades combatidas mediante la vacunación; se han erradicado la poliomielitis y la difteria, además se ha reducido drásticamente el sarampión. Sin embargo, la tuberculosis continúa siendo un problema de salud pública.

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