

Atención sanitaria a la población de origen magrebí
Cultura sanitaria: Concepción del cuerpo y la enfermedad
Ante la enfermedad se dan algunas actitudes de resignación que pueden ser malinterpretadas
Un factor que influye en la aceptación con resignación de ciertas desgracias es el sentido del destino, característico de la religión musulmana. El buen musulmán cree que todas las personas tienen escrito el destino, ante determinadas enfermedades se reacciona con resignación; se considera que ésta es la voluntad de Dios y no se puede hacer nada para cambiarla. Se puede dar el caso de que si se cuestiona esta actitud el paciente considere que se cuestiona su fe religiosa.
Para los parámetros occidentales este tipo de reacción puede resultar chocante.
Algunas personas tienen problemas con la localización del dolor
La tendencia generalizada es localizar las enfermedades en zonas concretas del cuerpo, sin embargo un 10% de los pacientes presenta una visión difusa. Esta minoría se muestra incapaz de precisar la parte de su cuerpo afectada y al preguntarle de qué se queja la respuesta siempre es: todo el cuerpo.
La donación de órganos no siempre está permitida
Se puede obtener el órgano de un cuerpo musulmán solamente para el trasplante inmediato en otro paciente musulmán, cuando la vida esté en peligro sin el nuevo órgano. La donación debe ser autorizada por la familia.
Se admite la disección del cuerpo
Se admite la fragmentación y disección del cuerpo; se practica la cirugía plástica y ortopédica, y las autopsias. El trasplante renal empieza a realizarse ahora en Marruecos.
Sin embargo, no se admite que el cuerpo de un musulmán pueda ser diseccionado por investigadores para su estudio.
La incineración no se admite
Se considera pecado la incineración; sólo se admite la incineración con ciertas partes del organismo, como la sangre coagulada o la placenta. En caso de amputación de algún miembro a pacientes posteriormente fallecidos, éste se entierra junto al difunto.