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Atención sanitaria a la población de origen magrebí

Cultura sanitaria: Convivencia hospitalaria

La estancia en hospitales presenta algunas peculiaridades como consecuencia de las costumbres, propias de la cultura de origen, y de los preceptos de la religión musulmana.

Existe la necesidad de disponer de intimidad para rezar

Aunque el rezo no es obligatorio cuando el creyente está enfermo, se puede dar el caso de que el paciente quiera cumplir con este precepto. Desde el punto de vista religioso se permite que el enfermo rece sentado en una silla o en la cama, incluso tumbado. La oración está muy generalizada en la sociedad; en muchos lugares públicos, como en las escuelas u hospitales, existe un lugar reservado para la oración.
Antes de rezar se lavan las manos, la boca, la nariz, la cara, los antebrazos, los oídos, el cuello y los pies. No es extraño que el internado en un hospital intente acceder al baño para lavarse, tal como indica la religión musulmana, y posteriormente acceda a un espacio tranquilo para rezar.

Existen alimentos prohibidos por la religión

Se prohíbe a los musulmanes la carne de cerdo y todos sus productos derivados (jamón, tocino, grasas, etc). También se prohíbe comer la carne de los animales que no se matan correctamente según los ritos islámicos; los musulmanes comen la carne halal, aquella que procede del animal sacrificado siguiendo los ritos islámicos. Están permitidos todos los mariscos y productos lácteos.
El alcohol y cualquier otra sustancia que intoxique se prohíbe en el Islam.
Es posible que rechacen comer carne, aunque no sea de cerdo, si no tienen seguridad de que es carne halal. Incluso algunos pueden rechazar la comida si tienen duda de que se han utilizado utensilios de cocina o cacerolas que han estado en contacto con carne de cerdo.

Las abundantes visitas a los enfermos pueden perturbar el buen funcionamiento del hospital

Es una norma social muy arraigada el visitar al enfermo. Es costumbre que los miembros de la propia familia del enfermo comuniquen la enfermedad a los conocidos y amigos.
También se debe entender que el modelo de familia magrebí es extensa, lo que incide directamente en la cantidad de visitas.
Generalmente el enfermo musulmán se muestra satisfecho cuando recibe visitas.
Existe una norma de cortesía en la cultura magrebí que puede ser útil traer a colación: la visita ha de ser lo más breve posible, no hay que molestar.
Es posible que las visitas traigan comida al enfermo.

Existen diferentes normas religiosas sobre la forma de vestir

Se prohíbe toda manera de vestir en público que pueda instigar a la tentación o despertar deseo. No obstante, se observan diferentes variaciones respecto a las partes del cuerpo que debe cubrir la ropa. Para los más tradicionales, la mujer se debe cubrir de la cabeza a los tobillos; solamente puede mostrar la cara, las manos y los pies. La mujer con velo sólo puede desprenderse de éste ante miembros de su familia. Las normas sobre la vestimenta también afectan a los varones; un hombre no debe mostrar la parte comprendida entre el ombligo y la rodilla.
El seguimiento estricto de estas normas sobre la vestimenta puede dificultar la exploración médica.

La homosexualidad no está bien vista públicamente

La homosexualidad y el lesbianismo no se permiten en el Islam. No es habitual tratar este tema en público.

Surgen malentendidos sobre el papel social de la mujer

En el mundo occidental está muy generalizada la creencia de que el Islam deprime y degrada a las mujeres. Este punto de vista es cuestionable, si se tiene en cuenta que según el Corán los hombres y las mujeres son iguales, y como tales deben ser tratados. La mujer musulmana tiene el derecho a elegir a su propio marido. Marido y mujer son miembros iguales de la pareja; la mujer no debe estar sometida a la voluntad del marido. La esposa tiene derecho al trato justo y amable de su marido, no se acepta el maltrato. Ella tiene todo el derecho a participar en cualquier decisión, doméstica o política. La mujer puede llevar su propio apellido y no pierde ningún derecho después de la unión.
El Corán reprueba fuertemente a los que crean que las mujeres son seres inferiores a los hombres. Se considera que el marido debe proteger a la mujer ya que es el responsable de proporcionar el alimento, el abrigo y ropa para su esposa e hijos.
El Islam considera muy importante la educación y el cuidado de los niños, por esta razón el papel del ama de casa y de la madre desde el punto de vista religioso es muy valorado y respetado.
Así pues, el hecho de que muchas mujeres reciban un trato discriminatorio y poco igualitario difícilmente puede ser justificado desde un punto de vista religioso; se pueden buscar las causas de la discriminación de género quizá en el peso de la tradición o en el nivel sociocultural de las personas.
Se asocia la poligamia con el Islam, sin embargo este fenómeno varía según los países; Marruecos es el país en que está menos extendida y en mayor retroceso.

Muchos no aprueban las residencias para la tercera edad

El Corán anima al cuidado de los ancianos. A los ancianos en la comunidad musulmana se les concede un profundo respeto, les dan prioridad en todos los aspectos de la vida. Se les suele consultar siempre antes de tomar una decisión.
El árabe en general suele mostrar su extrañeza de que en Occidente se recurra a residencias para la tercera edad para el cuidado de los ancianos.

Prefieren que les trate alguien de su mismo sexo

Debido a la tradición cultural según la cual las interacciones comunicativas entre personas de sexos diferentes en espacios públicos están muy acotadas y al sentido del pudor, los pacientes magrebíes prefieren ser tratados por personal sanitario de su mismo sexo.

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