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Atención sanitaria a la población de origen magrebí

Contexto: Cultura, sociedad y atención sanitaria en el Magreb

Concepto de Árabe vs. Magrebí. El 10% de los marroquíes son inmigrantes, viven en el extranjero.

En la elección del colectivo magrebí como objeto de nuestra atención se han contemplado varios factores. Es una sobre-generalización pensar que el término árabe engloba a un todo homogéneo. Se ha tenido en cuenta que la mayoría de los árabes que llegan a España son de origen magrebí; por otra parte destaca el hecho de que una gran parte de los inmigrantes empadronados en España son marroquíes. El 10% de los marroquíes son inmigrantes, viven en el extranjero.

No obstante, la mayoría de las indicaciones y observaciones hechas sobre este colectivo, especialmente las relacionadas con la religión, son aplicables a los árabes en general. Hay que señalar que aunque la gran mayoría de los árabes son musulmanes (92%); también coexisten otras minorías religiosas: cristianos y judíos.

La mayoría de magrebíes inmigrantes en España proceden de Marruecos por lo que se hace énfasis en la descripción de este colectivo. No todas las generalizaciones atribuidas a este colectivo son compartidas por magrebíes procedentes de otros países. Se posterga para futuras investigaciones la especificidad del sistema sanitario y costumbres sanitarias de la población por países dentro de la zona geográfica del Magreb.

La importancia de la religión

El inmigrante de cultura teocrática manifiesta un comportamiento muy distinto del inmigrante que acepta la separación entre religión y política. El inmigrante magrebí, como todos los fieles a la religión musulmana, procede de una cultura teocrática por definición; el hecho de vivir en una sociedad laica implica un proceso dialéctico de adaptación que han de llevar a cabo tanto el inmigrante como la sociedad de acogida. Si no se inicia el proceso de adaptación intercultural en los diferentes ámbitos públicos donde confluyen ambas culturas, principalmente en el ámbito sanitario y el de la educación, inevitablemente surgen los estereotipos negativos que alimentan la xenofobia y el racismo.
El islam se fundamenta en cinco pilares: la declaración de la fe, rezar cinco veces al día, la caridad, el ayuno durante el Ramadán y la peregrinación a la Meca. El Islam, siguiendo el Corán y las sharias/sunna (la vida del profeta), aspira a influir en todos los órdenes de la vida, en lo público y en lo privado. Las reglas del Islam, además del rezo y la meditación, se ocupan de aspectos tan heterogéneos como los siguientes: el aseo personal y la higiene; la alimentación; la ropa y vestimentas; la actividad económica; las reglas para la paz y para la guerra; las relaciones sociales; las relaciones familiares y el matrimonio; los nacimientos y la muerte. Así pues, en mayor o menor medida todos los aspectos socioculturales que caracterizan a una cultura están influidos por la religión. Esta forma de entender la religión conlleva mantener unos hábitos, costumbres y celebraciones diferentes, que además transcienden al ámbito público. En este sentido, el comportamiento que siguen los pacientes y acompañantes en ambulatorios y hospitales suele pasar menos desapercibido que el de otros colectivos que conciben la religión como un acto privado.
Toda indicación sanitaria que pueda colisionar con las creencias religiosas ha de ser tenida en cuenta por el personal sanitario.

La medicina tradicional

En la medicina tradicional magrebí confluyen diferentes tradiciones de origen africano e islámico.

Características de la medicina tradicional de origen islámico

La medicina tradicional es de carácter holístico, se basa en el estudio de la relación entre el cuerpo y la mente; el buen estado de salud es consecuencia del equilibrio entre el cuerpo y el alma, junto con el equilibrio entre el individuo y su entorno.
Para restablecer el equilibrio se recurre al uso de remedios a base de plantas, pócimas, diferentes ritos e incluso exorcismos. Para la medicina tradicional el medio ambiente, el modo de vida y sobre todo las emociones son las causas principales de las enfermedades. La curación de la medicina tradicional se basa en restablecer el desequilibrio que se produce en los órganos a consecuencia del frío y el calor. Las creencias acerca de los efectos del calor y del frío en los humores corporales, en los órganos, forman parte de los conocimientos que se transmiten de generación en generación.

Orígenes de la medicina tradicional

El origen de la medicina tradicional de origen islámico se sitúa en el siglo VII (d.C), cuando la religión islámica se extendió desde la Península Árabe hacia el Magreb, hasta el actual Marruecos, al-Andalus y a la Península Ibérica. La invasión árabe supuso la difusión de la lengua y cultura árabe, concretamente del pensamiento científico de la época. La civilización árabe sintetizó el saber de la tradición de griegos, turcos y persas.
La medicina islámica sigue el sistema de patología humoral de Hipócrates. Según este punto de vista el cuerpo se compone de cuatro humores o sustancias que se corresponden con los elementos del mundo natural: fuego, aire, agua y tierra. El cuerpo del hombre contiene sangre, mucosidad, bilis amarilla y bilis negra. Existe buena salud cuando la relaciones entre estos componentes es correcta y equilibrada. La medicina natural se basa en evitar el exceso o la deficiencia en uno de los humores o componentes; una enfermad se puede describir como un exceso de “calor” o “frío” que ha invadido un órgano. Las recetas curativas se basan en la ingestión de determinadas comidas, especies y té caliente para restablecer el equilibrio en el sistema. Además de la dieta, el tratamiento médico prescribe terapias relacionadas con el ejercicio y los baños. Se constata que en el siglo XIII se conocían 1300 drogas derivadas de plantas, especies y minerales. La edad de oro de la medicina oriental perduró más de nueve siglos, hasta el siglo XVIII.
La medicina islámica no desapareció con la decadencia del imperio árabe; el sistema de patología humoral todavía continúa vigente en países como Pakistán y la India. En el Magreb continúa totalmente vigente por medio de curadores tradicionales hasta el período colonial. En este período se introdujo la medicina occidental en detrimento de la medicina islámica de origen grecolatino, que desde entonces paulatinamente va ganando protagonismo.
Existen muchos sanadores cuyos remedios y curas se basan en la patología humoral, al igual que muchos de los remedios caseros que perviven en la actualidad.

Creencias y supersticiones

No podemos hablar de medicina popular ni de curaciones sin entrar en el campo de las creencias y de la magia. En su esencia las prácticas de magia y superstición en el Magreb no se diferencian fundamentalmente de las prácticas que se realizan en toda el área mediterránea.
En el Magreb se entremezclan ideas paganas con las religiosas. Por un lado, se cree en la idea de la santidad de algunas personas; existen métodos religiosos de curación que se basan en la lectura del Corán. Con este método se tratan sobre todo enfermos mentales, mediante estas prácticas supuestamente se aporta sosiego y tranquilidad al paciente. Otra vía de curación son las visitas o peregrinaciones a tumbas de santos musulmanes. Se confía en que la visita a la tumba del santo ocasione curas milagrosas. En relación con este mismo tipo de medicina encontramos sanadores o curanderos cuyas prácticas sanatorias en la mayoría de los casos están relacionados con su devoción y religiosidad
Por otro lado, más próximos a la superstición que a la religión existen otras creencias en relación con lo sobrenatural y la magia que son de origen preislámico. En todos los países árabes y en el Magreb se cree en el mal de ojo y también en los genios, yenun. Se realizan ritos para protegerse de éstos y ganarse su favor. El mal de ojo puede provocar todo tipo de desgracias: enfermedades, muertes, destrucción, etc. Existen personas que se dedican a evitar el mal de ojo, para ello manejan tanto talismanes, amuletos y fetiches como hierbas y especias.
Además en Marruecos existen otros ritos preislámicos, se cree en el poder mágico de ciertos sanadores como los Hamdcha, Aissawa, Gnawa (de origen subsahariano) cuyas habilidades para la cura son hereditarias. Se cura al paciente a través de danzas, ritos chamánicos, terapia verbal y con el contacto físico. El diagnóstico se puede realizar a través de la comunicación espiritual o por adivinación. Mediante estos ritos de carácter mágico se tratan más los problemas espirituales cuyas causas se relacionan con la posesión, la brujería y el mal de ojo. A estos chamanes o sanadores se les paga según la voluntad; su clientela está constituida fundamentalmente por mujeres. La tendencia es que estas prácticas vayan en detrimento de la medicina biomédica.

Desigualdad entre las zonas rurales y urbanas

Se encuentran muchas diferencias entre las posibilidades de acceso a la sanidad entre las zonas rurales y urbanas.
El servicio de atención secundaria y de especialista se concentra en la ciudad. En las zonas rurales hay solamente centros de primeros auxilios y médicos generalitas que tratan enfermedades leves, no hay ni hospitales ni médicos especialistas. En Marruecos el 89% de médicos del sector público ejerce en el medio urbano (hospitales y centros de atención primaria), y sólo el 11% ejerce en el medio rural en los centros de salud de atención primaria. La mitad de la población vive en el medio rural. Normalmente la distancia física entre el lugar de residencia en el campo y el hospital de la ciudad dificulta o impide determinados tratamientos y la atención secundaria. Más del 60% de la población vive en el campo, lo que es indicativo de la cobertura la sanidad pública.
Así pues, en las zonas rurales sigue teniendo mucha vigencia el sistema de medicina tradicional, basado en la patología humoral, posiblemente por encima del sistema de salud pública; en zonas rurales aisladas geográficamente se recurre a la sanidad pública en casos de gravedad, cuando ya se han agotado otros remedios. Los habitantes de las zonas rurales sólo se desplazan a la ciudad cuando están verdaderamente enfermos. Cerca del 40% de la población rural debe recorrer más de 10 Km para llegar a un centro de salud de atención primaria.
Una de las mayores dificultades que debe superar Marruecos para alcanzar el desarrollo económico es la desigualdad profunda entre las zonas rurales y el medio urbano en el acceso al sistema educativo, a cuidados sanitarios, al agua potable y a la luz.

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